Esta noche te traigo un poema.
Y... no me mires así, sí, sí, seguro también
un pedo bastante regular,
porque seguro me cruzo con Mike
y la lluvia y la ausencia de paraguas,
y hace tanto que no hablamos
y cuando miras la mesa del bar hay
seis cadáveres.
Esta noche, juro, que te traigo un poema,
y un par de manotazos suaves
y un cíclope infinito mientras afuera llueve, llueve, llueve.
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