Pececitos naranjas

Sus ojos eran dos pececitos naranjas fosforescentes que nadaban super inquietos en las mansas aguas blancas. Éstos daban saltos acrobáticos en medio de la noche y por unos segundos escapaban del agua y flotaban en el cielo iluminados por la luna plateada. Luego sus pequeños cuerpos se estrellaban contra las aguas blandas y se hundían lentamente, hasta apoyar sus estómagos en el barro del fondo. El ejercicio lo repetían intuitivamente, no conocían otra forma de existir, era su na-tu-ra-le-za.
Algo maravilloso pasaba en el séptimo salto, cuando los pececitos atravesaban la línea que divide el río del cielo explotaban en cientos de pedacitos naranjas fosforescentes inundando el cielo y sus ojos de luces radiantes de colores jamás vistos.

Bonnie.

Añoro a mi Bonnie Marplatense.

Diálogos con las paredes.

Los rincones de ésta casa hablan de muerte.

Los días de ayer.

  Un dejo de tristeza. Un suceso que te deja patas pa' arriba.

Mantenerla contenta.

Cuando le preguntaron porqué había disparado el contestó: "ella se aburría, necesitaba intensidad y yo era capaz de hacer lo que sea para mantenerla contenta, por eso, por eso maté a esos tipos".

Floyd.

Y al séptimo día Dios creó Pink Floyd.

Fuck you.

Me gustaba hacer "fuck you" hasta que Lanata... bueno, ya sabés, para que te voy a contar.

pipa paz.

Sonaba Atom heart Mother de Pink Floyd y la habitación estaba a oscuras. Alcancé con mi mano su cara y la acerqué a la mía, tomé su boca y la besé lento, olía a vodka con naranja, a LI-BER-TAD.

-Hacemos un trato? (me dijo)
-Cuál? (mi mano recorría su espalda por debajo de su musculosa blanca y caía en su cintura)
-Firmemos la paz (sus manos abrieron la cartera y revolvieron ansiosamente). Cómo los indios, dijo y sacó la pipa de la cartera.

Mi boca no pronuncio palabra solo cayó entre sus piernas, mientras mi mano (la que antes investigaba su espalda) alcanzó un encendedor que fue rápidamente bien recibido.

DeTalle.

Las cosas que uno pierde o gana por un detalle.

A los tiros.

Voy a los tiros por toda la ciudad.

Ya no la quiero.

Una vez un pibe, vino mediante me dijo "Si no vuelve ahora que no vuelva, después, con varios metros de pija adentro yo ya no la quiero". En silencio pensé: "Éste tipo es un pelotudo", además entendí completamente a la señorita que lo había abandonado y también en silencio me puse de su lado.

Machismo

Pocas cosas me molestan más que el machismo. Loco, madurá, pensá, 2013 papá.