Callesinsalida
martes, 19 de abril de 2011
Jaqueca.
Y un día te adaptas a la jaqueca y parece normal que te duela medio marote y que una bomba no deje de latir en la sien. Caminas al trabajo sabiendo que tu suceptibilidad es tan fina como la delgada línea roja. El conclicto es inevitable, decís.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario